Para todos aquellos creyentes, conocer el color y el estado de nuestra aura es de vital importancia, pues se trata de un aspecto clave de nuestra personalidad que nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y avanzar de forma más inteligente e intuitiva por este mundo. No obstante, hay determinadas situaciones o circunstancias que pueden facilitar que nuestra aura se ensucie con energías negativas. Situaciones de mucho estrés o que nos generen pensamientos negativos con respecto a nosotros mismos u otras personas pueden hacer que nuestro aura pierda brillo y se manche, por lo que es importante conocer también cómo podemos limpiarla.
Un aura sucia hace que la vida sea más incómoda y menos feliz, por eso es tan importante conocer de qué formas podemos limpiar nuestra aura de manera efectiva. En este artículo voy a explicarte, en primer lugar, cómo puedes saber si tu aura está sucia (probablemente te resulte fácil intuirlo, pero de esta forma podrás confirmarlo) y las múltiples maneras que existen de hacerlo, en función de la que mejor se adapte a ti y a tus necesidades.
Cómo saber si mi aura está sucia
Que un aura esté limpia es sinónimo de que está sana, y lo contrario es sinónimo de que algún mal está afectando a tu aura y por lo tanto a tu espíritu y a tu cuerpo. El hecho de que esté tan relacionado con salud implica que es importante y recomendable conocer el estado actual de nuestra aura, y para ello hay que saber detectar cuándo está sucia y, por lo tanto, enferma.
Hay múltiples motivos por los que un aura puede enfermar: el problema puede venir desde medios externos, por ejemplo, visitar lugares que tienen una energía negativa o fallas telúricas, entre otras problemáticas, o problemas con las personas que nos rodean, tanto sus sentimientos hacia nosotros como la comunicación que mantenemos con ellos. Un problema enraizado tanto en los lugares como en las personas puede generar que nuestra aura se enferme, y si es así es preciso limpiarla. También puede enfermar por factores internos: de nosotros depende en gran medida la salud de nuestra aura, ya sea por una mala gestión de nuestras emociones, pensamientos pesimistas o intrusivos, una baja autoestima, etc. En general, gestionar mal nuestros pensamientos y emociones puede generar que nuestra aura se ensucie.
Si cuentas con un terapeuta en quien confíes, lo más fácil para determinar si tu aura está enferma es acudir a él para que pueda valorar tu situación. No obstante, existen ciertas señales que pueden indicar que efectivamente tu aura está dañada: mucho cansancio, irritabilidad, sensibilidad a la energía de lo que te rodea, o constantes sentimientos negativos, como ira, tristeza o miedo. Todos estos síntomas pueden significar que algo está fallando en tu aura, así que merece la pena reflexionar al respecto para proceder a sanarla.
Hay otra forma, no obstante, de saber si tu aura está enferma, y es sintiéndola. Para esto, no obstante, tienes que entrenar la sensibilidad de tus manos, pues no es fácil hacerlo a la primera. Lo que tienes que hacer para entrenar esta sensibilidad y, a fuerza de práctica, llegar a sentir tu aura y así saber si está enferma, es frotando tus palmas una contra otra de forma enérgica. Después de un rato con esta actividad, sepáralas y extiende tu trabajo dominante (en función de si eres diestro o zurdo). Acerca poco a poco la mano que tengas extendida, con los dedos juntos, a alguna parte de tu cuerpo y cierra los ojos, intentando abrir tu percepción para captar las variaciones que sentirá tu mano cuando entre en contacto con alguna capa del aura.
Es normal que las primeras veces no sientas nada, pero conforme vayas cogiendo práctica este ejercicio te permitirá conocer el estado de tu aura conforme comiences a percibirla. Según lo que sientas al interactuar con las diferentes capas de esta podrás saber si tu aura está o no enferma: si sientes alguna sensación incómoda, huecos, sensación de frío, etc. Dependiendo de dónde lo notes, además, podrás determinar en qué capa de tu aura es preciso aplicar la limpieza.
Cómo limpiar el aura y alinear los chakras
Para saber cómo limpiar el aura y alinear los chakras primero tenemos que tener claro en qué consisten ambos conceptos, así que vamos a hacer un brevísimo resumen, ya que si has llegado hasta aquí es porque como mínimo tienes nociones básicas sobre estos aspectos: el aura es una especie de campo electromagnético que rodea a todos los seres vivos, ejerciendo de una suerte de escudo, y que en sus colores refleja la personalidad y el estado anímico y emocional de la persona, planta o animal. Los chakras, por otro lado, son puntos energéticos de equilibrio que unen nuestro cuerpo y mente, conectando las partes psicológica, emocional y espiritual. Un aura sucia o unos chakras desalineados generan desequilibrio en la persona, por eso es importante limpiar el aura y alinear los chakras.
Las personas tenemos un total de siete chakras, y se alinean a todo lo largo de la columna vertebral, abarcando desde el coxis hasta la cabeza. Cada chakra corresponde a una función específica en nuestro cuerpo y mente, y por lo tanto en el equilibrio de ambos, y son los siguientes:
- Muladhara, el chakra 1. Está ubicado en la base de la columna y está relacionado con el aparato digestivo, así como con el elemento Tierra. Es el chakra relativo a la vitalidad y a la supervivencia. Para reequilibrarlo se recomienda una dieta saludable, bailar y trabajar la tierra, con plantas y animales.
- Sua adhisthana, el chakra 2. Situado justo por debajo del ombligo, conecta el sistema urinario y los órganos reproductivos. Está relacionado con el elemento Agua, y está íntimamente ligado con procesos psicológicos como el placer, la socialización y la sexualidad, entre otros. Se considera el más intenso emocionalmente. Para reequilibrarlo lo ideal son actividades relajantes, como pueden ser masajes u otros ejercicios lúdicos de relajación.
- Manipura, el chakra 3. Relacionado con el elemento Fuego, se ubica justo encima del ombligo, sobre el estómago, y conecta aparato digestivo, páncreas y vesícula, entre otros órganos de esa zona. Está ligado a la inteligencia, a la autodisciplina y a la motivación. Para reequilibrarlo es necesario practicar ejercicios relajantes, como el yoga o cualquier actividad de desahogo, como gritar, romper cosas, golpear, etc.
- Anahata, el chakra 4. Está relacionado con el elemento Aire, ubicado justo en el centro del pecho y conectado por ello al corazón, pulmones y sistema inmunológico. Está ligado a la compasión, la autoaceptación y el perdón. Para reequilibrarlo es preciso conectar de nuevo con la naturaleza: pintar, técnicas de respiración, yoga, paseos por la naturaleza…
- Vishuddha, el chakra 5. Está relacionado con el elemento Éter, se sitúa en la laringe y se conecta con oído, garganta y cuerdas vocales. Debido a esto está íntimamente relacionado con la comunicación y la sabiduría. Para reequilibrarlo se recomienda cantar, conectar con uno mismo y buscar el silencio.
- Agña-akhia, el chakra 6. Su elemento es la Luz y se ubica en el entrecejo, conectándose con el sistema nervioso y endocrino. Se relaciona normalmente con la intuición y la autorrealización. La meditación es la clave para reequilibrarlo.
- Sahasrara, el chakra 7. Situado en la coronilla, su elemento es el Espacio y se conecta con el cerebro, abarcando así cuerpo, emoción, espíritu y mente. El yoga, la meditación y el contacto con la naturaleza son las claves para reequilibrar este chakra.
Para limpiar el aura, por otro lado, se pueden llevar a cabo diferentes técnicas. El aura, como hemos visto antes, puede ensuciarse por múltiples motivos, pero todos ellos están ligados a emociones o energías negativas. Esta enfermedad del aura puede paliarse de forma relativamente fácil con diferentes tipos de ejercicios:
Cómo limpiar el aura con el péndulo
Los péndulos son objetos con los que te recomendamos familiarizarte, pues se trata de instrumentos muy poderosos que ayudan a detectar aquello que se oculta a nuestros sentidos. Esta práctica no puedes realizarla tú de primeras, pues es necesario que aquella persona que empuñe el péndulo para realizar la limpieza haya sido limpiado previamente con él.
El péndulo se sitúa por encima de la persona y en función de su movimiento se pueden interpretar diferentes cosas: si gira en sentido contrario a las agujas de un reloj, la energía estancada se está disolviendo. Si el movimiento es recto, está cortando la energía. Si va en el sentido de las agujas del reloj, está sellando energías positivas donde estamos limpiando el aura. Se trata de una técnica muy utilizada especialmente para limpiar el aura de entornos, como la casa, y no únicamente personas.
Cómo limpiar el aura con sal marina
La sal es un elemento extraordinario para limpiar las energías negativas de nuestro organismo, pues tiene muchas propiedades más allá de su uso para cocinar. Para limpiar tu aura con sal marina lo que necesitas es tomar un baño de sal, para lo que necesitarás sal marina, limón, velas blancas e incienso de limón. Es muy sencillo: enciende el incienso y la vela blanca, llena la bañera con agua caliente o templada e incorpora la sal y el zumo del limón. Métete en el agua con los ojos cerrados y despeja tu mente, buscando a ser posible pensamientos positivos. Trata de buscar mentalmente lugares o situaciones que te traigan paz. Aunque no es imprescindible, puedes sumar algo de música relajante de fondo, así como sonidos de animales o de la naturaleza. Asegúrate de no ser interrumpido durante el proceso, y una vez finalices saldrás con un aura más limpia y cargada de energía positiva.
Cómo limpiar el aura con Reiki
El Reiki es una terapia energética que consiste en “barrer” el aura con las manos ahuecadas para así recoger la energía negativa y retirarla del aura de la persona, vertiéndola a posteriori en un vaso con agua salada que se eliminará luego de forma definitiva. Los profesionales del Reiki saben cómo efectuar esta técnica de forma efectiva, eliminando por completo las impurezas del aura.
Cómo limpiar el aura con cuarzos
Los cuarzos son elementos de vital importancia que, además, contribuyen a limpiar y sanar el aura. El cuarzo citrino cristal purifica y repara, aunque también se emplean otras piedras como son la amatista, la selenita o la obsidiana negra. Primero tienen que limpiarse con humo de incienso y sumergidos en arroz. A continuación los enterrarás y los dejarás toda la noche a la luz de la luna llena, pues eso garantizará que se carguen de energía. Finalmente, coge el cuarzo y sostenlo en tu mano dominante mientras meditas o haces ejercicios de relajación con música, así eliminarás la energía negativa de tu aura.